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Pasos audaces

El primer punto de venta de Cascabel en Bogotá se abrió en la calle 85 con carrera 11, un lugar que sirvió como primer refugio de la audaz y exploradora Cascabel. Allí los capitalinos pudieron encontrar, además del ponqué navideño, un nuevo producto que se salía de cualquier esquema de repostería tradicional en Colombia: el ponqué de agraz con semillas de amapola.

En el año 1993, conseguir la fruta del agraz y la crocante semilla de amapola representó todo un reto. Eran dos ingredientes novedosos y poco utilizados a nivel de repostería. Las fundadoras de Cascabel recorrieron mercados nacionales e internacionales para llevar a sus despensas estos dos maravillosos ingredientes.

Poco a poco, los clientes de Cascabel empezaron a sugerir nuevos sabores y texturas. Se desarrollaron recetas insólitas como el ponqué de Grand Marnier, el ponqué de manzana con nueces, o el ponqué de capuccino, que marcaron en Colombia el inicio de una etapa gourmet a nivel de repostería.